El vino en siete días con la guía de un sommelier

Descripción

El vino ha sido parte de nuestra mesa, de nuestras celebraciones, de nuestras negociaciones, de nuestros ritos. Pero, al parecer, de haber estado a nuestro alcance, pasó a rodearse de toda una oscura jerga, nuevos ritos que se añaden a los anteriores y nuevos mitos, a veces producto del refinamiento y otras del mercadeo. La elegancia del lenguaje y el mar de posibilidades han hecho que el mundo del vino nos parezca complejo, difícil, tan sofisticado que lo vemos inalcanzable y lejano. El vino en siete días es el mejor libro para el amante del buen beber. El vino como protagonista usando la mejor copa degustando el mejor vino aprendiendo a descorchar o maridar el mejor momento de tu vida. Vino para regalar vino para acompañar vino para una cita romántica. Con este libro aprenderás a disfrutar el verdadero momento del vino. Por ello, el autor decidió escribir esta obra. Afirma: «Con este libro conseguiremos estar cerca del vino; tenderemos un puente que nos acerque a esa sofisticación y complicidad. Haremos que forme parte de nosotros, que nos acompañe en la mesa y nos haga quedar como reyes en nuestros encuentros, sean estos con amigos o en citas de amor. Si quizá se trate de una reunión de negocios, estará listo para asistirnos como nuestro aliado». «A través de este libro, yo te guiaré y no estarás solo al escoger un vino adecuado para guardarlo, acompañarlo con una comida o simplemente para engreírte con un buen libro a la luz de la luna. A partir de la lectura, tendrás las respuestas a todo lo relacionado con el culto del buen vino», comenta el autor en el prólogo. «La creación del mundo tomó siete días, teniendo en cuenta el regocijo del último. Yo te propongo conocer el mundo del vino en siete días. Con esta obra, vamos a perder el miedo al vino y un racimo de uva será nuestra luz. Conoceremos ese mundo y su lenguaje e iremos degustando, a través de siete capítulos, todos los secretos que han estado ocultos por años. ¡Hagamos que el vino entre en nuestras casas, dejemos la puerta entreabierta y el descorchador en la mesa!», finaliza el artista José Bracamonte.