Descripción
Entre los indígenas se rumorea que dos mujeres y una niña demoníacas viven solas en la selva. Juan Aparicio, un rico hacendado, dueño de cafetales en las colinas cercanas, organiza una expedición y encuentra a María de las Nieves Moran, que tiene siete años, a Juanita, su jovencísima madre, y a Lucy Turner, una criada negra llegada de la Honduras británica. El padre de María era Timothy Moran, un aventurero americano que intentó establecerse en el lugar pero murió al poco tiempo. Y Aparicio se lleva a las desamparadas mujeres a su hacienda, donde María de las Nieves crecerá junto a su hija Francisca, que tiene la misma edad. No muchos años después las niñas son enviadas a un convento en la ciudad. Van a estudiar, pero de lo que se trata, en verdad, es de alejar a la hermosa Paquita Aparicio del poderoso Justo Rufino, el Anticristo, el futuro líder de la revolución liberal de 1871, que ha puesto sus ojos en la niña, y ha jurado casarse con ella cuando tenga edad suficiente.
María de las Nieves descubrirá en el convento a los místicos, y querrá hacerse monja, anhelando el amor del «esposo divino». Pero cuando triunfa la revolución y los conventos se cierran, y su amiga, casada por fin con Justo Rufino, es la primera dama del país, María de las Nieves se ve arrojada a la vorágine de la vida. Tiene menos de veinte años, y en Guatemala, la «pequeña París» de Centroamérica, corren tiempos muy interesantes. María consigue trabajo como traductora en la embajada británica y, en la misma época, José Martí, que ha tenido que exiliarse de Cuba, llega a Guatemala y comienza a dar clases en una escuela de liberales muy bien relacionados con el gobierno…
«Goldman, un americano de ascendencia guatemalteca, construye con fragmentos de historia y poesía una novela íntima y a la vez enciclopédica, y permite que la imaginación y las hipótesis florezcan en los intersticios. Su centro está en los dieciocho meses que Martí pasó en Guatemala alrededor de 1877, atraído por la revolución liberal y la sofisticación de la ciudad centroamericana, y en los dieciséis años que vivió luego en Nueva York. El autor ilumina con precisión exquisita las minucias del pasado, pero el resultado, magnífico, no es el falso realismo de la novela histórica, sino una poética meditación sobre la historia, la memoria y el mestizaje» (The Guardian).
«Un escritor audaz y convincente, que sumerge a los lectores de esta espléndida novela en lo que él llama «el insondable e híbrido torrente de las Américas»» (John Spurling, The Sunday Times).
«Un ritmo irresistible. Francisco Goldman consigue entretejer los hilos de la geopolítica y el sexo con mano maestra. Es un gran novelista, y éste es su mejor libro» (Colm Tóibín, The Daily Thelegraph).
«Francisco Goldman tiene la extraordinaria habilidad de contar una historia como si todas sus facetas pudieran ser mostradas al mismo tiempo. Describir semejante multiplicidad de escenas en toda su barroca complejidad parece una hazaña imposible, pero el autor lo consigue de manera impecable» (Alberto Manguel, The lndependent).
«Una desmelenada sinfonía barroca, una novela-río donde se miran con una inmensa lupa la gran Historia y las historias pequeñas, las intrigas de alcoba y las maniobras políticas, los susurros de los conventos y el estrépito de las revoluciones de una Centroamérica que se enfrenta al siglo XX como un navío sin piloto» (Lire).
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