Descripción

Un universo único, claro y distinto explorado a través de ocho conjuntos de microcuentos inquietantes y sutiles

Este no es un libro. En realidad se trata de ocho «minilibros», conformados, a su vez, por un número variable de microcuentos. Y es que cada autora ha planteado un conjunto donde los textos, pudiendo leerse de manera independiente, se enriquecen en su relación con los demás.

Como ocurre con ciertos libros sagrados, cada conjunto ofrece revelaciones que contribuyen a una revelación mayor, que en este caso se refiere a la escritura misma. Un primer aspecto de tal revelación es que las ocho escritoras poseen un lenguaje propio, uno que las identifica, y a través de ese lenguaje nos dan acceso a un universo único, claro y distinto, que le es inherente a cada una. Un volumen como este permite confrontar esos estilos, identificar sus diferencias y, a partir de ahí, entender, por ejemplo, que no existe tal cosa como «una escritura femenina».

Un segundo aspecto es que estas narradoras guardan —a veces de manera evidente y otras, no tanto— una deuda con una escritura que las antecede y con la que, de algún modo, dialogan: la voz de Blanca Varela parece resonar en todas, pero no como un tono que se impone para ser imitado, sino como un aliento, como una ética de la creación, donde cada palabra cuenta. Y es en torno a esa voz y mediante estas ocho voces que este libro existe.

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