Descripción
Erizo está frustrado porque cuando duerme boca arriba se pincha con sus propias púas y se hace sangre. Lombriz no entiende para qué quiere dormir boca arriba. Es un Erizo faquir, afirma él, y los faquires no se hacen daño cuando se tumban encima de pinchos. ‘Tú no lo entiendes -le dice- porque las lombrices no podéis ser faquires. Ni siquiera tenéis sangre’. Lombriz replica ofendida que aunque es pequeña, sí que tiene sangre. Así que Erizo tiene un plan para comprobarlo: se propone hipnotizar a Lombriz -como hacen los faquires con las serpientes- y someterla a otra de sus ‘habilidades’: el lanzamiento de púas.
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